Tejidas en Amor
Cuanto nos cuesta a las mujeres mantener el deseado equilibrio en todas las áreas que nos conducimos, la Biblia dice algo muy importante respecto a este tema, “Sed sobrios y velad” La sobriedad es lo que nos permite ser justas en nuestro discernimiento, en nuestra manera de vivir la vida, y en todos los ámbitos de ésta, al menos para mí, es un regalo de Dios.
Nuestra opinión de nosotras mismas, es influenciada por esto, no podemos ser objetivas, e incluso podemos llegar a ser hasta autodestructivas con nuestra autocrítica, o al revés, podemos llegar a tener un “concepto tan elevado de nosotras mismas”, que traerá como consecuencia no permitir la luz de Dios morando en nosotras, sólo alcanzaremos a ver la gente a nuestro alrededor, pero no la mano de Dios obrando en nosotras, “el amarse demasiado a sí mismo” trae como consecuencia no estar en comunión con Dios, y no podemos ser ese barro que Dios desea, para ser moldeadas como nuestro Padre celestial quiere.
Como podemos apreciar es difícil tener un auto concepto adecuado de nosotras mismas. La autoestima es una opinión favorable, loable, prometedora y apropiada de nosotras mismas. Podemos tener un concepto demasiado alto de nosotros, o demasiado bajo. Como discípulas de Jesús, somos especiales a los ojos de Dios, Dios es el creador del Universo, vive en nosotros por su Espíritu Santo.
No olvides:
Somos Hijas de Dios coherederas con Jesús y compartimos con EL en su gloria.
Hemos sido hecho vivas con Cristo y nos ha sido dada “Plenitud en Cristo”
Hemos sido levantadas con Cristo y sentadas en lugares celestiales. (Efesios 2:6)
Pero necesitamos equilibrar la grandeza de quien somos en Cristo con una aceptación humilde de lo que Dios quiere que seamos y de lo que el quiere que hagamos. La humildad es una virtud tan escurridiza…, hay ocasiones que pensamos que la tenemos, para luego darnos cuenta que estamos lejos de ella, ¿te ha ocurrido a ti? Quizás más de alguna de vosotras habrá leído u oído la historia del niño que recibió la insignia del “más humilde” y se la quitaron, por cuanto la usó.
Amigas mías: Tengan ánimo y regocíjense ya que “hay un proceso de parte de Dios hacia nosotras” eso es bueno, imagínate un hermoso tapiz. ¿Qué es un tapiz? Es un manto pesado, tejido con un diseño decorativo con imágenes, comúnmente usado como una bella decoración en la pared, es un trabajo de bordado o de“punto” de gran valor; algunos datan desde el año 1.500 antes de Cristo, y estuvieron presentes en la cultura de muchas civilizaciones, únicamente eran utilizados los mejores materiales: fina lana, seda, lino, varios tipos de colores de hilos, y muchos de los antiguos tapices eran tejidos de oro puro.
Dios ha estado en el proceso de tejer un tapiz desde que El habló por primera vez: “Hágase la luz” El ha sido muy cuidadoso porque su tapiz tiene un propósito divino en cada hebra.
Somos parte de su tapiz, corporativamente, él nos está tejiendo juntas para crear un “Auto-retrato” a través del cual El pueda expresarse a sí mismo, a su creación, ese es su propósito en la tierra:
“Tener un pueblo que represente su imagen, su naturaleza, su carácter a aquellos que están sufriendo solos, sin esperanza y perdidos”.
Estamos siendo tejidas en amor, somos el diseño original y perfecto de Dios.
Amadas ¿deseas ser tejida en amor, para llegar a ser lo que realmente debemos ser en Cristo?
Te invito a ser parte de este plan maravilloso, como hijas de Dios estamos en el dulce proceso de parecernos cada vez más a El…, permite que Dios haga con tu vida lo que él desea hacer de ti, eres un hermoso tapiz, exclusivo… No hay nadie como tú.
Con cariño, Alicia
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