Redes Sociales

Amadas en Cristo:

Deseo invitarlas a reflexionar sobre lo siguiente: ¿Qué hacíamos  antes cuando no existía ni el teléfono celular, ni los correos electrónicos, ni facebook, ni twiter, ni whats up? ¿Cómo vivíamos? De seguro, más tranquilas, ¿no les parece? Alguien puediera pensar, ¿qué tengo que ver yo en esto? Considero que tenemos mucho que ver y hacer. En esta reflexión, espero que su corazón quede convicto  que también, esta área la tenemos que supervisar y usar para la gloria de Dios, como lo es en todo lo que hacemos.

Debemos decir una gran verdad con respecto a todos los medios de comunicación y las redes sociales: han sido un tremendo avance y aporte para la sociedad del hoy. Podemos estar comunicados con nuestras familias, podemos enterarnos de noticias al instante, podemos mantener lazos con personas que estuvieron cerca en el ayer, ya sea, compañeros de colegio, amigos de la infancia, o también tener contacto con seres queridos que se encuentran lejos.

Las redes sociales son, hoy en día, una tremenda plataforma, a través de la cual, podemos expresar nuestras ideas, opiniones, y también podemos tener el mundo a nuestro alcance.

Debemos admitir que la tecnología, el satélite, e Internet son los medios de comunicación de los últimos tiempos; y  también tenemos que comprender, que “Toda sabiduría viene de  Dios” Por lo tanto damos por sentado, que es Dios mismo, quien siempre ha entregado inteligencia a la humanidad para los avances en todas las áreas del saber.

El problema es como usarla, por lo tanto el Pueblo del Señor debe tomar estas herramientas, que Satanás ha robado para matar, destruir, y para en un futuro inminente usarlos para adjudicarse la gloria que anhela y que jamás  le pertenecerá. Si toda sabiduría proviene de nuestro Dios Omnipotente y Omnisciente, usemos a como de lugar, este conocimiento como un instrumento de bendición para la iglesia del Señor.

Observamos también en  las Escrituras, esta visión futurista del poder  de las comunicaciones, en el libro de Apocalipsis capítulo  11, en especial el verso 9:

“Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados”

Esto, refiriéndose al acontecimiento  descrito en el libro de Revelaciones, acerca de la llegada gloriosa de los “Dos testigos” enviados por Dios a la tierra…, Juan, solo describió lo que le fue revelado, sabemos que no podía entender entonces, lo que sería la tecnología actual y la llamada “señal on line” que ya todos conocemos y la vemos a través del satélite, que comunica y enlaza a todas las naciones  detallando  las noticias mundiales al instante; anexándose a ello las redes sociales que están en las manos de estadistas hasta de niños que recién asisten a la Escuela. Por lo tanto, esto es real, es el hoy,  es la Palabra profética de Dios en acción, de la cual nos tocó ser los protagonistas

Por esta misma razón, meditamos y nos preguntamos: ¿Estamos utilizando esta herramienta como a Dios le agrada? A través de las redes sociales…, ¿estamos siendo consecuentes con lo que decimos ser?

Lamentablemente, todas las herramientas pueden ser de bendición,  o también de maldición. Muchas veces, por nuestra inmadurez espiritual, cometemos severos errores en el manejo de las tan conocidas redes sociales.

La palabra del Señor nos enseña que el dominio propio es un fruto del Espíritu. A veces creemos que lo espiritual solo debe relacionarse con lo espiritual, sin entender, que nuestra vida es integral. Lo espiritual debe gobernar todo nuestro ser. El fruto del Espíritu se debe manifestar en nuestras emociones, nuestros actos, nuestro vocabulario, nuestra voluntad, nuestra mente. Pero, muchas veces esto no es así, y un arma tan pequeña es capaz de controlarnos.

Las herramientas que Dios ha puesto en nuestras manos, son para, dar gloria a su nombre, proclamar que Jesús es el Señor, predicar el evangelio, dar a conocer las verdades de su palabra, dar nuestra opinión con respecto a temas contingentes, pero basados en la palabra. Dios no nos ha llamado a contender ni ser sabios en nuestra propia opinión. El libro de Filipenses 2:3 nos dice:

“Nada hagáis por contienda o vanagloria…”

Lamentablemente, vemos, que, las famosas redes sociales, en vez de ser un canal de bendición y una herramienta útil para el reino, han pasado a ser un arma de contienda, de disensión, de pleitos, de envidias, de celos. Ha pasado a ser la plataforma perfecta para exaltar el ego, y mostrar al mundo quienes somos. Como madres, es nuestro deber enseñar a nuestros hijos y señalarles cómo debemos utilizar estos recursos. Que decimos, que escribimos, que fotos tenemos, todo refleja lo que hay en nuestro corazón. Si solo tengo fotos sensuales que exaltan atributos físicos, claramente Cristo no controla mi corazón. Si solo escribo palabras de crítica y juicio, claramente Cristo no controla mi vida.

Hay estudios, con respecto a la red social más popular del mundo, con más de 200 millones de usuarios; Facebook, que aseguran  que  perjudica el rendimiento académico, y puede provocar, incluso, trastornos en el desarrollo emocional. Las personas ya no sienten compasión cuando alguien publica que ha tenido un mal día, ni ya se alegran con el éxito de los demás. Otro estudio, señala que, el utilizar Facebook, a algunas personas les provoca depresión, y frustración, pues quieren verse como se ve el otro, o quieren tener lo que el otro tiene.

También, se han verificado muchísimos casos de infidelidades, a través de las redes sociales. Para que decir, de todos aquellos, que crean cuentas con identidades falsas, solo como un medio para contender, criticar, y decir todo aquello que no nos capaces de decir personalmente.

Satanás siempre ha actuado desde las sombras, ocultándose, y engañando sutilmente.

Es tiempo de que la iglesia del Señor, y nosotras,  despertemos y comencemos a influir en nuestros hijos, familias e iglesias, para así reflejar a Cristo en todo lo que hacemos. La palabra del Señor nos insta a que todo lo que hacemos debemos hacerlo para la gloria de Dios. Por tanto, mis palabras, opiniones y comentarios deben reflejar que Cristo es el Señor de mi vida.

Utilicemos los recursos que Dios nos ha regalado, en lo personal, soy usuaria de ellas. Las redes sociales pueden ser un maravilloso aporte, si, guiadas por el Espíritu Santo, las utilizamos. A través de una palabra tuya, alguien herido puede ser consolado. A través de un mensaje tuyo, más de alguien puede conocer a Jesús. Podemos hacer que la palabra corra y el evangelio se extienda. Podemos hacer que más pecadores se vuelvan a Jesús; cuando la iglesia del Señor comprenda que, ni el ego, ni la mentira, ni la contienda ni el pleito tienen lugar en el reino.

“Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”

 FILIPENSES 2: 14-15

Con cariño, Alicia